
No siempre fue de aquí. Ahora lo es. Todo comenzó el día en que con su telescopio divisó algo que parecia ser un planeta. Ya antes le había pasado pero luego de consultar, su emoción se volvia decepción. Pero esta vez fue diferente, llamó a tres de sus cómplices nocturnos. Todos ellos se dedicaban a escudriñar el cielo buscando ese «algo» que los hiciera famosos. Ese día parecía que tantos años de búsqueda se convertían en un gran acontecimiento. Su nombre apareció en diarios, revistas y llenó de orgullo a los de su casa. El día del despegue todo era ilusión.
Y ahora, que llegó al planeta azul que había descubierto, observó que era bello, miles de terrícolas le esperaban, ¡Bienvenido a La Tierra! Se leía en una gran pantalla luminosa.